procedente de la segunda mitad del siglo XVII; contiene señales de lucha. Cubiertos con tales armaduras los húsares polacos rompieron las filas turcas en la batalla de Viena contribuyendo, de tal modo, a la victoria de las tropas bajo el mando del rey polaco Juan III Sobieski. El obsequio fue donado a Juan Pablo II, por el entonces primer ministro de la Republica Popular de Polonia, general Wojciech Jaruzelski, en nombre del gobierno polaco, durante la segunda peregrinación papal a Polonia, el 17 de junio 1983.