“Se valiente, la misión te espera”. El lema de este año del domingo misionero, en España, refleja perfectamente el espíritu de San Juan Pablo II. La condición de cristiano significa ser, también, miembro activo de la Iglesia, un creativo discípulo-misionero de Jesucristo en el mundo de hoy; un hombre responsable de la vida social, política y cultural.
En Madrid, el domingo 22 de octubre, la colonia polaca se reunió en la parroquia del Santísimo Redentor. Muchas personas, animadas por el buen tiempo, casi veraniego, llegaron de las localidades suburbanas. La misa fue presidida por el Padre Marek Raczkiewicz CSsR. ¿Qué nos diría hoy Juan Pablo II? Él que clamaba en Compostela: “Europa, sé tu misma. Dale al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios”. Primero, nos recomendaría que Jesús fuera, verdaderamente, el centro de nuestra vida. “Abrid las puertas al Redentor”. Segundo, nos animaría a escuchar atentamente el corazón de María, especialmente, el que late en el Monasterio de Jasna Góra. Tercero, que todos nos preocupemos por nuestra Patria: su historia, cultura y lengua. Durante la histórica reunión del Papa con la, entonces todavía poco numerosa colonia polaca, en Madrid, el 2 de noviembre de 1982, Juan Pablo II dijo que los polacos residentes en el extranjero constituyen una parte integral de la nación que “vive no solo en su raíz histórica a orillas del Vístula, sino también en diferentes lugares del mundo. Habita y, a la vez, vive su propia vida. Porque los polacos, fuera de su Patria, también la llevan encima.”
Al finalizar la misa y siguiendo el ejemplo de San Juan Pablo II, todos rezaron el Voto de Ofrecimiento a la Virgen de Częstochowa…
El día de la fiesta del papa polaco ha renacido también el Círculo de los Amigos de la Fundación Juan Pablo II. Varias personas han expresado ya su disposición de divulgar su pensamiento, al igual, que el patrimonio polaco y la cultura cristiana, en el amplio sentido de la palabra. Los destinatarios del Círculo y sus miembros serán no sólo los polacos, sino también los españoles y otras nacionalidades.
La primera iniciativa del Círculo fue el concierto ofrecido por el coro de San Andrés Apóstol de la iglesia rumana ortodoxa de Cluy-Napoca (Rumanía). Una espléndida interpretación de las obras religiosas, al igual, que de las canciones populares rumanas abrió las celebraciones de la fiesta de San Juan Pablo II y, a la vez, reveló la riqueza que supone conocer otra cultura y tradición religiosa.
Padre Marek Raczkiewicz CSsR