El 31 de mayo de 2024 tuvo lugar en la sede del John Paul II Justice and Peace Centre de Kampala un encuentro con la presentación del «Premio San Giovanni Paolo II». Al acto asistieron miembros del consejo de administración de las siete congregaciones religiosas que integran el centro, personal e invitados en representación de autoridades eclesiásticas y laicas, así como representantes de instituciones que colaboran con el centro. Un invitado especial fue el Arzobispo Luigi Bianco, Nuncio de la Santa Sede en Uganda.
El director del centro, Alfred Avuni, dio la bienvenida a los invitados. Destacó que el premio concedido por la Fundación Vaticana Juan Pablo II al centro de Kampala es un reconocimiento al trabajo de muchas personas y el resultado de la colaboración del centro con diversos socios.
Por su parte, el padre Leonard Olobo C.S.C., que como presidente del consejo de administración del centro asistió a la ceremonia de entrega del premio, celebrada en el Vaticano el 22 de mayo de 2024, dijo que el premio es, ante todo, un reconocimiento concedido al centro por difundir la doctrina social católica junto con prestar ayuda concreta a las personas necesitadas. La concesión de este premio de importancia eclesiástica fue una sorpresa para la dirección y el personal del centro de Kampala. Al mismo tiempo, les produjo mucha alegría y satisfacción que su trabajo a nivel local hubiera sido reconocido y apreciado por la Fundación Vaticana Juan Pablo II. De este modo, también se afirmó la misión del centro de construir la justicia y la paz en Uganda.
El orador recordó asimismo las ideas fundacionales del centro y sus principales ámbitos de actividad: la defensa de los derechos humanos, la lucha contra el tráfico de seres humanos, la promoción de la justicia social y la paz y el cuidado por el medioambiente. Subrayó que este premio obliga aún más al centro a extraer conocimientos e inspiración de las enseñanzas de San Juan Pablo II. Proporciona motivación para continuar el trabajo y superar las dificultades. Expresó la esperanza de que el premio contribuya también a ampliar el grupo de instituciones asociadas que apoyan las actividades del centro en Kampala de forma sustantiva y también financiera.
El padre Olobo habló a los presentes de su encuentro con el Papa Francisco. Durante la charla, presentó las actividades del Centro de Justicia y Paz Juan Pablo II. Destacó que el Santo Padre escuchó atentamente e hizo varias preguntas sobre Uganda y las actividades del Centro. A este encuentro asistieron también monseñor Paweł Ptasznik, Presidente de la Fundación Vaticana Juan Pablo II, y la profesora Hanna Suchocka, miembro del Jurado del Premio. A continuación, el padre Leonard Olobo presentó el desarrollo de la ceremonia de entrega del Premio en el Vaticano. Confesó que, durante su estancia en Roma, le preguntaron repetidamente por las actividades del Centro y el papel social de la Iglesia en Uganda.
También habló de su estancia de varios días en Polonia. El padre Olobo visitó el santuario de la Virgen Negra en Częstochowa y estuvo también en lugares relacionados con Karol Wojtyla. Conoció Wadowice, donde visitó el Museo de la Casa Familiar de San Juan Pablo II, y el santuario mariano de Kalwaria Zebrzydowska, donde Karol Wojtyła solía peregrinar cuando era joven y cuando era arzobispo. En Cracovia, el padre Olobo visitó el santuario de la Divina Misericordia y el santuario de San Juan Pablo II. También visitó la catedral de Wawel, la iglesia de Santa María y el palacio de los arzobispos de Cracovia, en la calle Franciszkańska, 3, y la mina de sal de Wieliczka. Se reunió con el cardenal Stanislaw Dziwisz, que donó una reliquia de San Juan Pablo II al centro de Kampala. El padre Olobo anunció que se construirá una capilla en el Centro de Justicia y Paz Juan Pablo II donde el personal, los voluntarios y los fieles rezarán, también por intercesión de San Juan Pablo II, por el respeto de la dignidad de todo ser humano, por la justicia y la paz en Uganda y en el mundo.
A continuación tomó la palabra Monseñor Charles Kasibante, Vicario General de la Archidiócesis de Kampala. Felicitó a la dirección y al personal del centro por haber recibido el premio. También lo hizo en nombre del arzobispo Paul Ssemogerere, metropolitano de la capital ugandesa. El padre Kasibante destacó que se había recompensado la previsión que acompañó a las congregaciones religiosas que fundaron el centro, pero sobre todo el servicio diario y el compromiso de su personal. Dijo que San Juan Pablo II se distinguió por su sabiduría y su amor a las personas. La mejor manera de recordarle es actuar con el mismo espíritu y con la misma fe que él siguió en su vida. Acercar su figura a los ugandeses significa, además de referirse a sus enseñanzas, emprender acciones concretas para poner en práctica las indicaciones del Papa en la vida cotidiana de cada uno y en el ámbito social.
El Nuncio Apostólico en Uganda, el Arzobispo Luigi Bianco, señaló en su discurso que la celebración del Premio San Giovanni Paolo II es también una oportunidad para reflexionar sobre el significado de este largo pontificado. El Cardenal Karol Wojtyla fue elegido Papa a la edad de 58 años, es decir, todavía bastante «joven», de ahí que viajara mucho, visitando muchos países. El Nuncio recordó su visita a Uganda, que duró casi una semana entera, es decir, del 5 al 10 de febrero de 1993. Monseñor Bianco se refirió a la visita de Juan Pablo II al santuario de los mártires ugandeses en Namugongo. Los mártires muestran la verdad de que la fe cristiana en Dios está unida al amor por las personas. Desde su primera encíclica «Redemptor hominis» (1979), Juan Pablo II enseñó esta verdad. Ha sido un punto constante de su pontificado, porque Cristo exige de sus discípulos el respeto a todo ser humano.
Al final de la reunión, se hizo entrega de la escultura del premio y del diploma conmemorativo, y se mostraron fotos de la audiencia del padre Olobo con el Papa Francisco y de la ceremonia de entrega del premio en el Vaticano. Los participantes también se dirigieron a un jardín cercano para plantar un árbol conmemorativo. Servirá de recuerdo de los momentos de alegría asociados a la recepción del premio. Deseamos que el premio concedido por la Fundación Vaticana Juan Pablo II sirva también de inspiración a la dirección y al personal del Centro de Justicia y Paz Juan Pablo II para proseguir sus fructíferas actividades y asumir nuevos retos en el futuro.
Rev. Andrzej Dobrzyński
Fot. John Paul II Justice and Peace Centre de Kampala