En la noche del 15 al 16 de julio de 1251, la Virgen se apareció a San Simón Stock y le prometió llevar al cielo, el primer sábado después de la muerte, a aquellos que llevaran el escapulario. El escapulario (en latín: scapulare) es una parte del hábito religioso que consiste en dos piezas rectangulares con una abertura para la cabeza, o dos pequeñas piezas de tela unidas por una cinta y que llevan los miembros de una cofradía. Una representa a Nuestra Señora y la otra, al Corazón de Jesús.
Durante una visita a la parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Mostacciano, Roma, el 15 de enero de 1989, Juan Pablo II explicó que el escapulario significa el deseo y la tarea de vivir en gracia santificante. «La Virgen del Carmen, Madre del Santo Escapulario, nos habla de su cuidado materno, de su preocupación por nuestras vestiduras. De nuestra vestimenta en sentido espiritual, de revestirnos de la gracia de Dios y de ayudarnos a estar siempre revestidos de esta túnica que sabemos que hemos recibido, como los catecúmenos de los primeros siglos, en el Bautismo. Este manto blanco es el símbolo de la vestidura espiritual con la que ha sido revestida nuestra alma, la vestidura de la gracia santificante […] Procurad que esta vestidura espiritual sea cada vez más hermosa, que nunca se destiña y que nunca necesite reparación. Preocupaos también por vosotros mismos, colaborad con esa buena Madre que se preocupa mucho de vuestras vestiduras y, especialmente, de esa vestidura que es la gracia santificante en las almas de sus hijos».
El vínculo entre la devoción mariana, el signo del escapulario y la teología del Santo Bautismo aparece también en el Directorio sobre la piedad popular y la liturgia, publicado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y ,especialmente, en la fórmula misma del rito litúrgico de la imposición del escapulario. El Santo Bautismo es el momento en el que el bautizado «se reviste de Cristo» y esta dignidad del hijo de Dios debe ser salvaguardada y profundizada a lo largo de toda la vida (n. 25).
La devoción del escapulario dado por la Virgen a San Simón Stock implica asumir ciertos compromisos: la oración diaria a la Virgen, la difusión de su devoción, vivir en gracia santificante, ayunar y hacer el bien a los demás. Los miembros del Escapulario forman una familia espiritual, la Cofradía del Santo Escapulario de Nuestra Señora del Carmen. El vínculo filial con María y su protección fueron fuertemente enfatizados en la espiritualidad carmelita del Escapulario, que fue profundizada por los místicos carmelitas Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz. Se enfatizaba la búsqueda de la unión con Dios a través de María, que es la madre y guía de la vida espiritual para los miembros del Escapulario.
La fiesta de Nuestra Señora del Escapulario fue instituida por Benedicto XIII en 1726. Los Papas siempre han hablado de espiritualidad y piedad, afirmando, entre otras cosas, el privilegio del sábado o las indulgencias y gracias asociadas a la práctica de las devociones o a la pertenencia a la Cofradía.
Andrzej Dobrzyński