En Wadowice hay un monasterio de padres carmelitas que difunden la devoción a Nuestra Señora del Carmen. Los habitantes de la ciudad solían acudir al monasterio, conocido como la «Iglesia de la Colina», a poca distancia del centro, para conocer la tradición de piedad mariana carmelita, ser guiados y sostenidos en su práctica diaria y profundizar en su espiritualidad. Era tradicional que muchos fieles participaran en la novena previa a la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, el 16 de julio. Al final de esta novena, o quizás el mismo día de la fiesta, el joven Karol Wojtyła recibió el escapulario de manos del padre Silvestre de San Elías (Ignacy Gleczman), prior del monasterio de Wadowice entre 1930 y 1933. Según el recuerdo de uno de sus compañeros de escuela, Karol, entonces adolescente, fue el único de toda su clase que lo recibió. Como él mismo dijo más tarde (Wadowice, 16 de junio de 1999), desde aquella celebración no se habíaseparado nunca del Escapulario. Por otras declaraciones suyas, sabemos que solía venir al monasterio carmelita no sólo para esta novena, sino también para confesarse los primeros viernes de mes y celebrar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús (Crónica del monasterio, 23 de noviembre de 1958).
En este punto es necesario mencionar la figura del fraile carmelita san Rafael Kalinowski (1835-1907), constructor del monasterio de Wadowice donde murió. Antes de ingresar en el Carmelo, fue ingeniero y soldado, y luchó en el Levantamiento de Enero de 1863, por lo que fue condenado al exilio y a trabajos forzosos en Siberia. Como monje, fue conocido, sobre todo, como director espiritual y confesor paciente, hasta el punto de que los habitantes de Wadowice le llamaban «mártir confesional». Su memoria debió de ser muy viva en los años de juventud de Karol Wojtyła. La gente lo recordaba como un patriota y un monje ejemplar, un hombre que sirvió a sus paisanos con valor, sacrificio y formando las conciencias.
Fue beatificado en 1983 por Juan Pablo II, que lo proclamó santo en 1991. Durante la ceremonia de canonización, el Papa destacó el papel de la devoción mariana en la vida de Rafał Kalinowski. «La experiencia de una especial presencia de la Virgen en el camino de su conversión y su posterior entrada en el Carmelo, que es por definición ‘La Orden de María’, hicieron del nuevo santo un devoto hijo de Nuestra Señora» (Roma, 17 de noviembre de 1991).
Cabe mencionar también que existía un seminario menor adjunto al monasterio carmelita de Wadowice, donde losmuchachos recibían también educación secundaria. Más tarde, el seminario se desarrolló y amplió, hasta convertirse en un internado con derechos de escuela privada y pública.
En este seminario estudió el padre Alfons Maria Mazurek, que más tarde fue también educador y maestro. Entró en contacto con un jovencísimo Karol Wojtyła durante esa época. El padre Alfons fue asesinado por los nazis en 1944 por su fidelidad a Cristo. Juan Pablo II lo beatificó entre los 108 mártires polacos de la Segunda Guerra Mundial en 1999. Es plausible suponer que hubo muchos otros padres carmelitas que influyeron en la formación espiritual de Karol Wojtyła, también a través de la devoción mariana de esta Orden.
La conexión de Karol Wojtyła con la devoción al escapulario, así como con la espiritualidad carmelita, continuó después de que se trasladara con su padre de Wadowice a Cracovia. Jan Tyranowski, sastre, le presentó a Wojtyła a místicos carmelitas como Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz. La espiritualidad carmelita fue un rasgo importante de la religiosidad del joven Karol, que frecuentó dos iglesias carmelitas de la ciudad y realizó retiros individuales en uno de sus monasterios. Tras ingresar en el seminario de Cracovia, pensó en pasar a la orden carmelita, pero por consejo del arzobispo Stefan Sapieha permaneció en el seminario diocesano.
Cabe mencionar también que el primer escapulario que el P. Silvestre entregó al joven Karol Wojtyła, probablemente en 1930, se encuentra en el Museo de la Casa de Juan Pablo II en Wadowice, mientras que el escapulario que llevaba el Papa en el momento de su muerte, en 2005, se encuentra en la iglesia carmelita de Wadowice. Testimonio de este vínculo con el escapulario son algunas fotografías en las que lo lleva puesto, tanto de joven como cuando era Papa, como, por ejemplo,la tomada en el Hospital Gemelli.
Andrzej Dobrzyński
Foto: el Museo de la Casa de Juan Pablo II en Wadowice