La Fundación Vaticana Juan Pablo II ha otorgado el Premio San Juan Pablo II 2025 a Mons. Jacques
MOURAD, arzobispo sirocatólico de Homs, Hama y Nabk. El jurado, presidido por el cardenal Kurt
Koch, reconoció en él «un extraordinario testimonio de fe y amor cristiano, un incansable
compromiso en el diálogo interreligioso y en la construcción de la paz». La ceremonia de entrega
tendrá lugar el sábado 18 de octubre en el Vaticano.
Nacido en Alepo en 1968, formado en Líbano y ordenado sacerdote en 1993, el padre Jacques
MOURAD ha dedicado su vida al servicio de la Iglesia y al diálogo islámico-cristiano, inspirado por la
espiritualidad del monasterio de Deir Mar Musa y por la obra del padre Paolo Dall’Oglio. Durante
años fue responsable del monasterio de Mar Elian y párroco en Al-Karjatayn, poniendo en el centro
de su misión la oración, el trabajo y la hospitalidad. En 2015 fue secuestrado por yihadistas,
encarcelado y sometido a torturas y presiones para abjurar de la fe. Sobrevivió gracias al valor de
amigos musulmanes que facilitaron su liberación. Incluso en esas condiciones extremas, con
mansedumbre y firmeza, supo infundir esperanza a los fieles, ganándose incluso el respeto de sus
perseguidores.
En 2023, el papa Francisco lo nombró arzobispo sirocatólico de Homs, Hama y Nabk,
confiándole la tarea de acompañar a pequeñas comunidades cristianas minoritarias en un contexto
marcado por conflictos, fomentando el diálogo y la reconciliación para una Siria pacificada. Con este
reconocimiento, la Fundación Vaticana Juan Pablo II pretende honrar el testimonio de un hombre
que, forjado por el sufrimiento, ha transformado su experiencia de persecución en un mensaje de
esperanza y paz. «Solo el amor prevalecerá sobre el mal» – escribía Mons. MOURAD en su libro Un
monje en cautiverio (2019) – palabras que hoy resuenan como síntesis de su camino de fe.
El Premio San Juan Pablo II, instituido para «promover el conocimiento del pensamiento y la obra de
San Juan Pablo II y de su influencia en la vida de la Iglesia y la sociedad», en su primera edición (2024)
fue otorgado al John Paul II Justice and Peace Center de Kampala, Uganda. La elección de Mons.
MOURAD este año llama la atención sobre la difícil situación de los cristianos en Siria y en Medio
Oriente, reafirmando la actualidad del llamado de Juan Pablo II en Asís en 1986: las religiones pueden
y deben contribuir a la construcción de una paz duradera, basada en la fuerza moral y espiritual de la
vida.